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We Live in Time: viendo a la tragedia de forma diferente

Realmente hace reflexionar a todo aquel que la vea si en realidad todo este tiempo hemos visto de forma errónea el duelo y las adversidades.

Fernando Castellanos

12 de noviembre de 2024

Mucho se habla que la vida es impredecible, que hay que vivir el momento y dejar que “todo fluya”. Muchas veces estas afirmaciones se utilizan cuando algún plan no sale como esperamos o cuando tenemos altas expectativas sobre lo que nos depara el futuro. Pero qué ocurre cuando esos cambios drásticos no son precisamente para bien, y en su lugar nos enfrentamos a una adversidad que pone en juego nuestra vida o la de un ser querido. 


Esta es la premisa que nos presenta en un inicio We Live in Time, el nuevo proyecto romántico dirigido por John Crowley y protagonizado por Florence Pugh y Andrew Garfield. La historia se centra en el romance a lo largo de los años de Almut y Tobias, quienes al tener un muy peculiar primer encuentro (uno atropella al otro), estos deciden comenzar una relación la cual es presentada entre escenas del pasado y el presente.


Fotograma de We Live in Time (A24/ Peter Mountain)


Sin embargo, la relación toma un giro dramático cuando Almut es diagnosticada con cáncer de ovarios, nublando los planes de los protagonistas de un futuro juntos. Muchos creerían que desde este punto, la película se tornaría en la típica historia melodramática que muestra a la audiencia el doloroso trayecto que deben de afrontar los personajes de Pugh y Garfield, además de preguntarse si lograrán tener un desenlace favorable. Pero ese momento trágico nunca llega, al menos no hasta el final.


Esto es lo que hace que We Live in Time cambie su narrativa a una historia de perseverancia, humanismo y sobre todo amor. Podemos ver a lo largo de la película escenas donde los personajes viven momentos felices, alcanzan diferentes logros e incluso cumplen su sueño de tener una hija. Son muy pocos los momentos donde los vemos lidiar con la enfermedad que los sigue amenazando, pero incluso en esas circunstancias tan serias, el optimismo prevalece.



Fotograma de We Live in Time (A24/ Peter Mountain)


Considero que este es el objetivo central que busca la película, mostrarle al público que puede existir belleza incluso en las adversidades más duras que nos presente la vida, sin dejar de lado lo complejo que puede ser todo este proceso. 


La belleza dentro del duelo


Este tema de ver con optimismo a los malos momentos en la vida trasciende más allá de las pantallas de los cines, y se ha tornado un tema de conversación que Andrew Garfield ha puesto en perspectiva y que ha generado mucho interés en redes sociales.

Garfield experimentó de primera mano lo que vivió su personaje con la pérdida de su madre a causa del cáncer hace cinco años, y en una entrevista que realizó poco tiempo después del fallecimiento, Andrew mencionó que “el duelo es algo hermoso ya que es todo el amor que ya no puedo expresar”. 




Desde entonces y a lo largo de la promoción de la película, Andrew ha tratado de hacerle ver a la audiencia que el duelo no tiene por qué ser algo malo o triste todo el tiempo, y que en su lugar, lo transformemos como el amor que le tenemos a esa persona que ya no está con nosotros.


We Live in Time realmente hace reflexionar a todo aquel que la vea si en realidad todo este tiempo hemos visto de forma errónea al duelo y las adversidades, y que quizás, deberíamos enfocarnos en el tiempo que nos queda y disfrutarlo plenamente.

Edición
José Miguel Bellido
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